Contaban con alguna ayuda de la embajada de Francia en Argentina, y de Albertós, un gran comunicólogo de España.Si bien Duhalde no apoyaba desde la provincia, y Pino no estaba enterado, en Lomas de Zamora la noticia trascendía. Además el jugador Zamorano estaba vendiendo libros que los chicos de la secundaria que querían ayudar.
La movida no llegó a Hollywood, pero fue conocida. Ya no sería necesario llamar a los bomberos voluntarios de la Matanza para apagar el incendio....
Fin
Mi versión de Titanic después de un mapa perceptual...
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